lunes, 16 de agosto de 2010

El Tetris de Dios

Había una vez en que los humanos creyeron que eran superiores a todo, así que decidieron atacar a los   dioses, así estalló una guerra entre los mortales y los dioses, las naciones mortales se habían unido en contra de los dioses, había paz entre todos los humanos. Para Poder Atacar a los dioses, los humanos construían enormes torres llamadas Zigurat para alcanzar el cielo y atacar a dios, pero los dioses para defenderse, atacaban a los humanos con catástrofes naturales, diluvios, maremotos, erupciones volcánicas y terremotos que además de matar mucha gente, destruían las torres que con mucho esfuerzo construían los humanos.
Pero había un Zigurat que no lo podían afectar los ataques divinos, el Zigurat de Babel. El Zigurat de Babel era el orgullo de los humanos, ya había alcanzado una altura considerable en el poco tiempo que llevaba de construcción, esta torre era prácticamente indestructible gracias a que en ella ahora trabajan los ingenieros más brillantes de la tierra, pero tenia una falla fundamental que era guardada con recelo por los humanos.
Los Dioses Sabían que si El Zigurat de Babel Alcanzaba El Cielo Seria su fin, así que Los Dioses Tuvieron Una Idea, un día raptaron una bebe humana y la llevaron a los cielos y la criaron ellos mismos hasta que tuvo la edad para engendrar, en esa época el zigurat de babel ya estaba a punto de alcanzar el cielo, entonces los dioses se casaron con la joven humana y el hijo que nació de esa relación era capaz de mezclarse entre los humanos sin ser reconocido, así que este semidiós al cual bautizaron como Jesús bajo a la tierra e investigo la debilidad oculta de la torre,  al descubrirla volvió a los cielos y la mostro a los dioses, entonces los dioses usaron toda su energía para lanzar un poderoso rayo a la base de la torre en donde había una minúscula grieta, al impactar, la grieta se expandió rápidamente frente al asombro de la gente que estaba tanto abajo como dentro de la torre, la grieta separo la torre por la mitad y cada lado cayo lentamente sobre los constructores, matándolos a todos.

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